No creo que haya otra forma de describir lo que se vivió (y viví por primera vez) el lunes pasado en Las Sesiones Perdidas de Sala Master. Los teloneros fueron Bending Toyz, un dúo electrónico que
Luego de un set breve de los teloneros llego la hora del show de esta banda (probablemente alienígena) retardada, no había tenido la oportunidad de presenciar un show donde me hipnotizaran, 13 epilepsias se desenvainaron esa noche, jazz progresivo y rock deforme a la vena que a momentos parecía como el laboratorio de unos científicos locos todos reunidos con sus instrumentos con el fin de causarnos traumas sonoros deliciosos.
Todos se notaban sincronizados, en onda y con un groove de esos envidiables, como en Primigenia Satiria con una intro jazzera (estilo Opeth del disco Still Life) que luego repite en el outro que la tengo pegada todavía, pero lo que más me llamo la atención fue una espectacular intervención de uno de los 2 geniales saxofonistas que vociferaba unos guturales enfermos con un megáfono como si se tratara de un discurso disconforme de un mandatorio de un planeta lejano.
Llegaban temas como Morricoleman, batucada incesante e intrépida que atravesaba oídos y cada vez avanzaba más rápido con un riff que iba marcando toda la secuencia musical con tintes de metal progresivo.
Todos despellejaban sus instrumentos, el bajo y el baterista llevaban un ritmo sabroso infernal, los saxofonistas mostraban una conexión alucinante de discordancia progresiva en el buen sentido y el guitarrista era el director de orquesta como si de una banda de salsa se tratara, los miraba a todos con cara de “me gusta cómo suena eso” “que sabrosura” “eso mi negro” y luego nos entregaba una amalgama de acordes, riffs, solos, todos caóticos pero que se ajustaban y acompañaban a la perfección cada nota que sus compañeros tocaban.
Tocan Chevere, tema con mucha candela de folclor latinoamericano y muy diverso en comparación a todo el set de la noche, lo cual siempre se agradece.
Salen del escenario pero el público pide otra, vuelven al escenario con el vocalista cantando “pero qué necesidad, para que tanto problema?” emulando a Juan Gabriel, causando la risa de los asistentes que disfrutaron con las tallas absurdas y el humor genial del guitarrista durante la velada.
Copenhaguen Schtorba para finalizar, el track que abre su primer disco homónimo, brutal tema para terminar, una batalla de melodías con un gran final.
Un gran show de sabrosa esquizofrenia y dependencia a más Akineton Retard.
(fotos: cristian léon)
Esta, entre otras, es música que debería ser más valorada y alabada en este país, bandas de la trayectoria de Akineton Retard deberían ser más reconocidas y además estas instancias como Sesiones Perdidas son realmente un acierto para apoyar y difundir los nuevos artistas y bandas que están naciendo.
Setlist:
